Capítulo IV, atrapado

Recuerdo aquel cuarto de baño, pequeño, de azulejos blancos, con una bañera en la que no podría tumbarme, bastante desordenado, pero parecía limpio, en el suelo una pila de ropa de Don Ramón, y una cosa que me llamó la atención, bajó el lavabo en una caja, había varias revistas porno, se veían a simple vista, para nada estaban escondidas, supuse que cuando llamé al timbre, Don Ramón las estaría mirando…no me dio tiempo a más, note una mano en mi culo, por supuesto era Don Ramón, tenía una sonrisa picara.

-deja eso ahora

Me dijo adivinando lo que miraba

-será mejor que te metas en la ducha, como la lefa se seque más, voy a tener que frotar bien fuerte, jajaja

Aunque estaba aún bastante desconcertado, la espontaneidad de ese hombre me hacía sentir bien, abrió el grifo de la ducha y sin quitar su mano de mis nalgas me llevo hasta la pequeña bañera, cuando ya estaba dentro y para mi sorpresa se metió conmigo, bien juntos debido al tamaño de la bañera y mientras caia el agua, empezó a frotar mi cuerpo con el gel directamente en su mano, primero por toda las partes donde me había regado con su esperma, pero no se detuvo ahí, enjabomo mis muslos, brazos espalda y por supuesto mi polla, que obviamente seguía dura, él no dejaba de sonreír, me miraba con un brillo en los ojos que no sabría decir lo que significaba.

-que piel más suave tiene mi niño, que pezones más ricos, y ese culito tan redondito

Mientras decía esto me acariciaba cada zona que nombraba, me daba pequeños besos, también en los labios, me giraba, me movía a su antojo…

-ya verás lo bien que lo vamos a pasar tu y yo, haremos cosas guays, pero nadie debe saberlo, será nuestro secreto, ¿ verdad mi amor?

-no se lo contaré a nadie, Don Ramón

-jajaja no me llames así, llamame Ramón, tu y yo somos amigos ¿ no?

-Si, Ramón

-eso es, mi amor, soy tu Ramón, y tu eres mi niño, ¿ quieres ser mi niño?

-si quiero

-quiero oírte decirlo, di que eres mío

-soy tuyo, Ramón

-si, lo eres

Nada más decir eso me besó, me besó apasionadamente, violentamente, apretandome contra su cuerpo en un abrazo que no me dejaba apenas respirar, mi polla se frotaba con su vello y su polla estaba entre mis piernas, notaba su capullo en mis nalgas, sus manos me magreaban el culo y las mías se sujetaban en su nuca, se separó, me miró con esos ojos de depredador y su sonrisa lobuna

-ahora te voy a hacer algo que te gustará, luego me lo haces tú a mi, ¿ quieres?

No pude contestar, sin soltar mis nalgas, se inclinó y se metió mi polla en la boca, entera hasta la raíz, incluso con la lengua lamiendo mis huevos, que sensación más fascinante, estaba tan excitado que no iba a aguantar mucho, Ramón se dio cuenta y dejó la mamada para besarme, noté el sabor de mi polla en la boca, mientras me besaba dijo:

-te ha gustado ¿a qué si?

-si…

-ahora lo harás tú, ¿vale mi amor?

-pero…tu… es muy grande…no va a caber en..

-sshhhh, ya verás que si, tu empieza con la punta, ya verás como te gusta, tienes una boca muy bonita y quiero que sea mía, tu también lo quieres, ¿verdad?

No me dejo contestar, sus brazos empujando mis hombros ya me habían puesto de rodillas en la pequeña bañera, tenía su polla frente a mi, miré hacia arriba y vi su sonrisa y sus ojos brillantes

-vamos cielo, abre la boquita y ten cuidado con los dientes, lo haremos despacio

Su capullo ya rozaba mis labios, saque la lengua y lami su capullo

-eso es mi niño, un poco más, sé que te va a gustar

Sujetando mi cabeza con una mano y con la otra su polla con un poco de presión su capullo ya estaba en mi boca, realmente era muy grande, pero me estaba tragando hasta la mitad, en ese momento inició un suave movimiento de vaivén

-ves cariño, así se hace, despacio, te estas acostumbrando, lo haces muy bien.

Me costaba respirar, tenía mis manos en sus caderas, intentando que no empujase más, literalmente me estaba follando la boca y aumentaba el ritmo.

-muy bien, lo haces muy bien, ¿ves como te gusta?

Obviamente no podía contestar, con una mano cogió mis muñecas y las puso sobre mi cabeza, su polla me llegaba a la garganta, y empezaron a llorarme los ojos, el ritmo era vivaz y continuo, me tenía a su merced.

Si, si, eso es, mmmmmm, ahora no te vayas a apartar, te voy a dar mi leche, te va a gustar, ya verás, está muy rica, te hará un hombre siiii…

Pasó lo que tenía que pasar, explotó en mi boca, intenté zafarme, intenté no tragar, intenté no toser, no conseguí ninguna de las tres cosas, mi boca, cara, nariz, esófago estaban llenas de su leche, su lefa, como le gustaba decir, me caían goterones de lagrimas y goterones de lefa en mi pecho, Ramón resoplaba satisfecho, sonriente, y entonces hizo algo que me calmó, me ayudo a incorporarme y me besó, me besó con ternura, lamió la mezcla de lagrimas y semen de mi cara, me secó las lagrimas, me acarició las mejillas, sin parar de mirarme a los ojos y con esa sonrisa que le daba ese aspecto pícaro.

-lo has hecho muy bien, eres muy bueno chupando, lo habías hecho antes?

Negué con la cabeza y sin mirarle, Ramón soltó una carcajada, y atrayendome hacia él y dándome un beso, dijo:

-entonces, ¿ te ha gustado?

Mi cabeza iba a mil por hora, habían pasado muchas cosas ese día, no todas me gustaron, pero le dije que si.

Ramón sonriente me dio un azote en el culo y dijo:

-venga, duchate y arreglate pronto, y nos tomamos una cerveza, ¿tu tomas cerveza,verdad?

Le dije que si, al fin y al cabo ese era el primer día para probar cosas nuevas.

Continuará…

Publicado por Viri Quod amo

Aquí contaré de forma novelada mis recuerdos, la línea temporal no es cronológica, no todo sucede tan deprisa como en los relatos.

Deja un comentario

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar