Capítulo XXIV, confesiones y secretos

Recuerdo el aroma, aroma de hembra, mamá abría su coño y me lo mostraba con orgullo, su dedo índice jugaba con el pequeño botón que coronaba su entrada…cómo una perla que se acomoda en la ostra que la alberga. -besa el clítoris…eso le gusta…cógelo con los labios…cuidado es muy sensible…eso es…lame toda la raja…puedes meter

Capítulo XXIII, secretos y confesiones

Recuerdo estar sentado en la cama, papá seguía tumbado y mamá se colocó a mi lado, los dos estaban esperando…querían saber con quien, o mejor dicho, quienes me habian follado…empecé a hablar, intentando encontrar las palabras exactas para no provocar un terremoto que llevase al traste con la nueva situación familiar recién establecida…al fin y

Capítulo XX, todo queda en casa (tercera parte)

Recuerdo cuando mamá salió del baño, solo con una toalla alrededor del cuerpo, estaba radiante, no parecia atribulada por lo sucedido, tenía una preciosa sonrisa, desde que hacía un momento papá me dijo que en poco tiempo ella me la comería, no paraba de pensar en ello…y mirando sus labios, los imaginaba rodeando mi polla.

Capítulo VI, entregado

Recuerdo la mañana siguiente, no se puede decir que tuve un sueño relajado, la verdad fue bastante inquieto, no recuerdo si soñé o tuve pesadillas, pero lo que me moví en la cama y las vueltas que dí si las recuerdo, de repente había crecido mucho, había sido tan intenso el día anterior que sentía

Capítulo V, decidido

Recuerdo muy bien aquella tarde, mientras subía para mi casa desde el piso de Ramón, el portero, ya no era Don Ramón, él lo había dicho, ya éramos amigos, aunque desde esa tarde éramos mucho más, éramos amantes. Subía las escaleras despacio, un poco mareado por la cerveza que me ofreció Ramón, o tal vez